Solamente van dos fechas en esta hexagonal y no nos podemos dar por eliminados, esa mentalidad (en los jugadores) sí nos eliminaría de verdad.
Como en muchas otras ocasiones, los selección de Honduras tuvieron el triunfo en la bolsa pero en el último momento se confiaron y dejaron ir valiosos puntos.
En términos generales no anduvieron mal ante Trinidad y Tobago pero este dato sólo nos sirve para automotivarnos.
Pavón falló varias oportunidades claras, pero el gol que anotó lo libera de cualquier acusación, su relevo, Carlo Costly, quedó en deuda, pudo mejorar nuestra situación pero quiso ser la portada de todos los diarios.
Bonieck, estuvo mejor que nunca durante CASI todo el partido, pero en la jugada más importante se desconcentró y eso nos obligó a llevarnos las manos a la cabeza.
Lastimosamente las miradas y críticas vuelven al portero de la Selección, Noel Valladares, quien no estuvo lo suficientemente atento para evitar la caída de su portería con un disparo tan suave que hizo más largo el dolor mientras la número cinco cruzaba la línea de gol.
Sin embargo, creo que no es momento para comenzar a crucificar a los futbolistas, al fin y al cabo, con eso no podremos evitar lo que ya pasó.
Se viene el juego ante México este primero de abril en el estadio Olímpico y esa es la prueba de fuego, primero, porque es un rival fuerte y con una rivalidad interesante entre estas dos selecciones y segundo, porque es nuestro primer juego de local en esta hexagonal.
Considero que un triunfo ante los aztecas nos pone con un pie en la clasificación, el empate entre El Salvador y Estados Unidos fue lo mejor que nos pudo pasar y debemos aprovecharlo
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