Cundo comenzaba el torneo clausura 2009, salí a la calle para hacerle esta pregunta a las personas que encontraba en mi camino: ¿Qué equipo va a descender al final del actual torneo?
La mayoría se fue por el Vida, otros cuantos con el Platense, Real Juventud y hasta hubo uno que sacó su rabia interna y dijo que el Motagua.
Llegué a la sala de redacción de Diario DIEZ plenamente convencido que el Vida sería el sacrificado, la afición no andaba tan perdida en su percepción, por lo menos hasta antes de comenzar el campeonato.
Sin embargo, ahora mi manera de pensar ha cambiado, aunque aún no hay nada escrito, dudo mucho que el cuadro ceibeño sea el “elegido” por lo que actualmente está haciendo.
Hasta el momento la tabla general nos muestra a Hispano, Platense, Real Juventud y Vida en los últimos cuatro lugares respectivamente, la diferencia entre el Vida y el Hispano es de 11 puntos y mi postura es la siguiente:
Platense no: La llegada de Rubén Guifarro al banco escualo ha venido a mejorar la mentalidad y el fútbol del equipo porteño, ya se le ve la alegría a los jugadores cuando están en la cancha y aunque no son un derroche de buen fútbol, ya comenzaron con lo más importante, la buena actitud.
Real Juventud no: La también acertada contratación del timonel Edwin Pavón ha venido a levantar el nivel futbolístico del equipo y eso se puede ver fácilmente en la tabla de posiciones, durante una jornada fue líder del torneo y estuvo como único equipo invicto por seis jornadas, lastimosamente el escándalo del dopaje de seis de sus futbolistas le afectó ante Marathón.
Vida no: Su estratega Manuel Calderón, su junta directiva y la afición, están demostrando que no quieren dejar la liga de privilegios en Honduras y de forma intermitente hasta se coloca entre los primeros cuatro lugares, aunque en la tabla general no ha soltado el sótano, su mejoría es notable.
El Hispano es el elegido: Una curva descendente enorme demuestra que a lo interno del equipo hay problemas, no se ve compromiso por parte de los jugadores y su técnico, Héctor Vargas, ahora se ha dedicado a quejarse por todo, menos por el rendimiento de sus pupilos.
Y vos, ¿qué pensás?
