jueves, 2 de abril de 2009

¿El menú?, Taquitos mexicanos


No recuerdo cuándo fue la últimas vez que había sentido tantos nervios antes de un partido, que conste, jamás dudé de nuestro seleccionado, mi pronóstico era 2- 1 a favor nuestro, pero el famoso planteamiento de un hombre en punta me quitaba el sueño.

Afortunadamente hubo cambios y Reinaldo Rueda hizo lo que todos suplicamos desde antes aquel juego ante los mismos mexicanos en estadio Azteca, el inolvidable 20 de agosto.

Dos hombres en punta hizo ver mucho mejor a la Selección Nacional, y si la dupla la conforman Costly y Pavón ni cosa mejor.

Un compañero del diario le preguntó a un periodista del Record de México, ¿Pesa Pavón para ustedes? y la respuesta natural fue: "No para nada, Pavón fue y nada más, yo pensaba que ya se había retirado".

Por si le quedaba alguna duda al colega, Carlos Pavón sigue vigente, no es, ni será nuestra salvación, pero el sello de gol lo trae en la sangre y no se le puede ver de menos.

En términos generales el equipo funcionó bien, aunque por momentos me parecía que arriesgaban mucho con tanta falta cerca de nuestra área, afortunadamente Noel andaba en su noche.

No sé qué disfruté más, si los goles de la Bicolor o las rabietas de Nery Castillo ante la impotencia por no poder hacer nada para evitar la caida del "gigante de la Concacaf".

Fue una noche espectacular, clase, altura, convicción y hasta picardía, nuestros guerreros lo dieron todo y recibieron su premio

A PENSAR EN LOS GRINGOS

Que el festejo nos dure esta semana, sigamos gritando, recordando cada gol, molestando a nuestros amigos mexicanos y elogiando a nuestros jugadores, pero debemos tener bien claro que todavía no hemos logrado el objetivo.

Sumar de visita será fundamental para Honduras, Estados Unidos no es una selección fácil, pero tampoco invencible, en el Soldier Field de Chicago también podemos ganar este seis de junio. ¡Hoy sí Papa!