Que bien por Honduras, me alegra que las cosas estén saliendo a favor nuestro, el esfuerzo en los jugadores y la mentalidad positiva de todo el equipo es evidente dentro y fuera de la cancha, sin duda alguna, eso es muy bueno para el combinado nacional.
Sin embargo, este torneo no es algo que nos pueda servir para medir nuestro potencial de cara a las eliminatorias, las selecciones como El Salvador y Costa Rica (que enfrentaremos en la hexagonal), jamás sacarían todas sus armas en la Copa de Naciones, y ganarle a Belice o Nicaragua, lejos de ser un reto, es una obligación.
La Bicolor no se ha visto mal, pero una selección como Belice dejó en evidencia nuestra mayor debilidad, la falta gol. Nicaragua, por su parte, tuvo que darnos una manito con ese "bendito" autogol, porque de no haber sido así, las cosas probablemente se nos hubieran complicado un poco.
Sé que no contamos con los legionarios, pero nuestros rivales tampoco vinieron repletos de estrellas.
Este blog suena a pesimismo, pero no es esa mi intensión, lo único que pretendo es ser realista y tener claro que tenemos equipo para clasificar al mundial, pero que no será tan sencillo como ver la Uncaf.
¡Hoy sí papa!
