jueves, 22 de abril de 2010

Triste despedida

No fue lo que personalmente esperaba y hablando particularmente del resultado del juego entre Honduras y Venezuela creo que nadie lo esperaba.

Pero estas líneas van más allá de lo que significó ese 1-0 y nuestra segunda derrota en el fortín de los hondureños.

La Selección Nacional merecía ser despedida con un triunfo pero sobre todo merecía ser despedida por su afición, esa misma que durante la eliminatoria siempre fue fiel, pero que ya con la clasificación al Mundial se volvió a acomodar.

Las razones por las que no se llenó el Olímpico pueden ser muchas, fue a mitad de semana, el precio de los boletos, no estaban los legionarios, el rival no era europeo, etc etc etc.

Es ahí donde entran las dudas, ¿por qué vamos al estadio?, ¿vamos por apoyar a Honduras o a David Suazo, Wilson Palacios, Julio de León y los demás legionarios? o ¿vamos por ver al rival y no por nuestros representantes?.

Como conclusión puedo decir que la gente no llegó porque simplemente no le vieron importancia al juego amistoso y eso es completamente respetable, pero entonces si no era importante, ¿por qué están criticando a la Selección?.

Con esto no quiero desviar la atención de lo que mostró el equipo de todos, salieron sobrados y eso les pesó, tuvieron oportunidades pero les faltó precisión para definir, sin embargo, estoy seguro que aprendieron la lección.

Lo importante es que Sudáfrica nos espera y con eso, ya ganamos.