¿Nos vamos al circo?

Carlo Costly fue claro y sin pelos en la lengua, como es una costumbre en él, tiró duro.

"El que quiera divertirse, que se vaya a un circo" manifestó el delantero.

Esa “frase célebre” levantó polvo en www.diez.hn y estoy seguro que en la afición en general también.

Sin embargo, si hacemos un ejercicio y nos olvidamos del sentimentalismo que muchas veces sobrepasa a la inteligencia, podremos ver que el espigado jugador no anda nada perdido.

Tengo claro que si mantenemos el tipo de juego que se vio ante El Salvador no llegaremos a ninguna parte, pero a final de cuenta, cómo lo dije en mi blog anterior, lo importante es el resultado.

Si durante todo el proceso de Reinaldo Rueda hubiéramos visto este tipo de fútbol, estoy de acuerdo en molestarse con Costly y con el resto de los seleccionados.

Pero la realidad ha sido otra, es verdad que los muchachos no juegan como el Barcelona (con el permiso de los madridistas), pero tampoco andan dando lástima, si hubiera sido así, no creo que el Soldier Field de Chicago no se hubiera llenado de catrachos.

Cualquier seleccionado tiene el derecho de decir lo que quiera, al final de cuentas, ellos son los que sudan en el campo, los que saben la realidad de sus condiciones y los que más interesados están en hacer historia logrando la clasificación a otro mundial, la afición está hoy y mañana no se sabe.

Si ustedes quieren pueden irse al circo, pero yo, moriré en el estadio.